jueves, abril 19, 2012

SONESTOS

I

Tu estrella de rock
ya cayó del cielo
y se estrelló
en su charco.

El tiempo te demuestra que se fue tu tiempo
se seca tu garganta
y el aguardiante te increpa.

Puedo sentarme a hacerlo
y será cada vez peor
que busque sentidos
hondos pensamientos.

Me tienes en la palma
perdido por ríos
de destinos.

Tu dolor madre parió
en soledad
y el llanto acompaña
los días.

No tengas miedo cuando llegue tarde
a tu Aniversario
prenderé más velas que en mi entierro.

Deja que el espejo se arrugue
como tierra seca
y tu piel de cristal
se refracte.

Estoy escondido en la caverna
manchando la pared
con mis manos.

Espera que el frío
le de forma a tu aliento
en la esquina
donde ladro y me persigo.

Escucho tus pasos
veo las huellas
pero no sé tu nombre.

someto mi sombra al destierro
a errar su suerte negra
en otro bar
en otro barrio.

II

Pensamientos enlatados
a la hora de la cena
para dos

espero que mi pata de conejo
sea tan veloz y desbordante
como una liebre acechada
por la zorra y su inteligencia.

Pierdo gotas de sudor
entre sueños
que no recuerdo

me reconocerías si te dijera que pasé los 30
y sigo vivo
desprendiéndome del todo a la nada
velozmente.

Marco y remarco
invierto mi tiempo
en un papel que me consume

asume el rol
apúntame desde el foso
me perdí de nuevo
no sé la letra otra vez.

Es la cita
para mostrar
la flor en el Ojal

que importa depués
antes de qué
sea lo que fuere
no hubo nada.

Ahora estamos
recordando
por qué fuimos

III

Se te ocurrió alguna vez
el remitente
para la postal
al paraíso

Ausente
faltaste al nacimiento
del saúco

hierve las raíces de la hierva
bebe a sorbos
el cárdamo
traba tu lengua.

Tres
Tristes
Treguas

sopla el fuego negro
del caucho que enferma
los pulmones
y enrojece lo blanco del ojo.

Testigo falso
cargando el ataúd
vacío

la plata que compra
la placa con tu nombre
dice que no eres
animal.

Y la noche te convierte
y te devuelve desnudo
al alba

nada esperes
del poeta
y su daga
plateada.

Sangre de tu sangre
ya pronto
arderá.

IV

Cuerpo enfermo que camina
los pasillos incansablemente
sueña la cura

ahora viene esta tormenta
de arena
sobre todos los recuerdos
de verano.

Siguió de cerca
el viaje
en vilo

mientras el mundo
hace que gira
y nada nuevo pasa
en el firmamento.

Espera
a que crezca
la hierba buena.